miércoles, 6 de mayo de 2015

La Ecología en la Educación

Desde su definición primera, la Ecología es una ciencia que desarrolla su conocimiento por la consideración de la relación organismo-entorno, pudiendo contemplar también la relación hombre-entorno y su emergente cultura-naturaleza. Si bien la posibilidad de cualquier Ecología es la condición humana, resulta en vano acentuar uno u otro de los términos de las relaciones recién planteadas.
Con la Ecología se introduce un pensamiento organizacional, donde la complejidad aparece en su dimensión más cabal. Ningún tema ecológico puede ser abordado de forma simplista, creer que de esta manera se explica mejor un problema ecológico es caer en el error. Dentro de esta visión no disyuntora, ya no se plantea más la clásica antípoda naturaleza vs cultura, tan utilizada por algunos movimientos ecologistas. La percepción de nuestro entorno "natural" cambia a la par que generamos "cultura", la que surge de nuestra naturaleza humana.
En la actualidad, estas cuestiones han llegado a alcanzar un punto de inflexión donde se requiere incorporar tales a todo nivel dentro del diseño educativo. Ha sido señalado que haría falta un "studium generale" específicamente ecológico, a los fines de contener el aislamiento y continua parcelación del conocimiento científico (Rock, 1990). Se trataría de una Ecología generalizada a todos los temas y que, incorporada dentro de cada especialidad, desarrolle un pensamiento e interés creciente por la no disyunción de las relaciones organismo-entorno, dentro de las cuales la humano-entorno es la centralizadora.
Es importante destacar que la ética ambiental no tiene posibilidades si no contiene un potencial estético. Si éste no surge como condición primera, todo se agota en administración tecnológica. Tanto es así que el sentido ético y estético desarrollado en una población por su entorno resulta preventivo y no se consume en la espera de la refacción del daño ecológico. Es de notar también que gran parte de la educación ambiental surge o es capítulo de la educación cívica y como tal, lleva implícito el compromiso ciudadano por no ser ajenos a éstos los problemas cotidianos como la higiene, la conservación, la administración de recursos y la mejora del entorno.
La educación en estos temas debe ser además actualizada permanentemente, en muchos textos se tratan los temas ecológicos desde su perspectiva "clásica" o "romántica", la que se corresponde con conceptos de hace más de treinta años. En este sentido la educación debe ser elucidante, debe resolver la confusión que generan algunas conceptos metafóricos o metonímicos como por ejemplo, el del "equilibrio natural" que reduce la idea de ecosistema a la de equilibrio, escamoteando y achatando la dimensión evolutiva y de cambio que es propia a todo proceso natural. Con formulaciones de ese tipo se corre el riesgo de generar significados desalentadores que por lo general son antinómicos con la noción de recurso natural y racionalidad, reforzando nuevamente la idea de hombre y/o cultura contra natural que a nada conduce.

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